Creemos que sí existe oportunidad para mejorar, tenemos que saberlo. Una de las maneras de sistemáticamente conocer dichas oportunidades es aplicando técnicas de análisis e IV (Ingeniería de Valor).
Son una herramienta para garantizar la mejor versión del proyecto a tu cliente y usuarios. Por esta razón, queremos compartir contigo nuestra visión única de ingeniería de valor. En esta publicación, daremos una definición simple de 160 caracteres que aborda los aspectos esenciales. Luego, si quieres profundizar más, encontrarás una explicación exhaustiva del concepto, más ejemplos de la vida real.
La definición de 160 caracteres de la Ingeniería de Valor
La IV es una metodología para identificar oportunidades para aumentar el valor de un proyecto maximizando la funcionalidad y el rendimiento a un costo óptimo.
Desglosando el concepto de Ingeniería de Valor
Es simple, la ingeniería de valor es una forma sistemática de análisis para mejorar un proyecto de construcción. Sin embargo, hay dos ideas esenciales que diferencian la ingeniería de valor de cualquier otro método de resolución de problemas: la metodología y el valor. Para una comprensión más precisa, desglosaremos el concepto en estas dos ideas.
Historia y evolución del Value Engineering
El Value Engineering (Ingeniería de Valor, IV) se originó durante la Segunda Guerra Mundial y fue desarrollado por General Electric en respuesta a la escasez de materiales y recursos. Lawrence Miles, un ingeniero de GE, diseñó este enfoque como una manera sistemática de analizar proyectos para mejorar su funcionalidad sin aumentar los costos. Desde entonces, la IVha evolucionado y se ha expandido a varios sectores, como la construcción, la manufactura y la ingeniería, ganando relevancia a nivel mundial. Hoy en día, la Ingeniería de Valor es una herramienta clave para optimizar proyectos complejos, permitiendo a equipos multidisciplinarios identificar y maximizar oportunidades de mejora para ofrecer el mejor equilibrio entre costo y rendimiento.
¿Cómo es la Ingeniería de Valor una metodología?
La ingeniería de valor es una metodología, lo que significa que es un plan de trabajo estructurado. Seguir un método permite al equipo interdisciplinario a cargo producir resultados consistentes y mejores en cualquier disciplina u oficio según la funcionalidad del proyecto.
Ya sea que se encuentre en una situación en la que el desafío sea sustituir un material o sistema por otro, o limitar el impacto ambiental, el análisis sumado a la aplicación del método de la ingeniería de valor te llevará a una solución diferente pero precisa para cada situación.
Dicho Plan de Trabajo sigue estas fases:
- Fase de información: El equipo busca información relevante sobre el proyecto, incluidos los objetivos de los clientes o propietarios, los criterios clave y la definición de valor.
- Análisis de funciones: El objetivo aquí es identificar y comprender las necesidades del proyecto, producto o servicio, (qué hace, qué debe hacer).
- Fase creativa: Esta es la fase de lluvia de ideas. Aquí el equipo estudia la información recopilada en la fase 1 y se centra en definir posibles ideas de VE que puedan aportar beneficios tangibles (basados en las funciones de la fase 2) al proyecto.
- Fase de evaluación: El equipo evalúa cada idea producida durante la sesión de brainstorming, basándose en una profunda comprensión de los objetivos y necesidades del proyecto. Algunas se mantienen y otras se descartan.
- Fase de desarrollo: El equipo desarrolla las ideas de la ingeniería de valor mantenidas en propuestas viables y técnicamente factibles. Cada una acompañada de una lista de pros y contras, junto con comparaciones para la optimización de costos.
- Fase de presentación: El equipo hace una presentación formal escrita de sus hallazgos acompañada de una presentación oral a clientes, usuarios y diseñadores. En esta etapa final, el cliente puede determinar qué propuestas de valor se incorporarán al proyecto.
Puedes utilizar este proceso en cualquier fase del ciclo de vida del proyecto, es decir, durante la fase previa a la construcción, el diseño o la construcción. Aunque, las propuestas de la ingeniería de valor realizadas durante la fase previa a la construcción son las más rentables.
¿Cómo proporciona valor la ingeniería de valor?
Como mencionamos en el concepto, el objetivo de la Ingeniería de Valor es aumentar el valor del proyecto. El valor está vinculado a su funcionalidad en primer lugar, y los costos en segundo lugar. Por lo tanto, NO debe confundirse con una técnica para evitar estar por encima del presupuesto o únicamente para reducir costos. La comprensión profunda de la IV radica en entender que el verdadero objetivo es maximizar la función y el rendimiento mientras se buscan soluciones rentables. Se puede resumir en la fórmula siguiente:
Para determinar la función (véase la fase 2 de la metodología), debe hacer preguntas como las siguientes:
- ¿Cuánto tiempo durarán estos materiales o equipos? ¿Cuál es su rendimiento? ¿Se puede mejorar?
- ¿Qué tipo de mantenimiento necesitarán en el futuro?
- ¿Funcionarán de manera más eficiente y costará menos operar?
- El mejor lugar para comenzar es preguntarse: ¿Cuáles son las partes más importantes del proyecto y qué rendimiento desea que logre el proyecto?
Al final, la funcionalidad está determinada por los objetivos del propietario y del usuario.
Ejemplos de ingeniería de valor
El siguiente ejemplo describe brevemente el proceso de IV realizado en la fase previa a la construcción, antes de entregar una estrategia de costos al cliente.
- Paso 1. El equipo revisó la información del proyecto, la RFP y los planos conceptuales para fabricar una estrategia de costos precisa para el cliente.
- Paso 2. Al trabajar en la propuesta, el equipo y un asesor eléctrico identificaron que cambiar la ubicación de algunos transformadores resultaría en un ahorro en alimentadores de baja tensión dada la distribución que el cliente requería.
- Paso 3. El equipo procedió a evaluar y desarrollar la solución.
- Paso 4. El equipo presentó esta solución como una alternativa y explicó las ventajas al cliente.
- Paso 5. Después de la reunión, el cliente validó la solución con su equipo técnico y aceptó la propuesta. Al final, esta solución IV fue rentable y mejoró la funcionalidad de la instalación.
También puedes consultar este estudio de caso de una construcción de puente donde se ahorraron aproximadamente $ 43,000,000 y 12 meses en total gracias a los trabajos de IV. Este ahorro proporcionó a la empresa constructora un ahorro financiero del 6% y una reducción del tiempo de trabajo del 17%.
Criterios de selección de funciones críticas
En la fase de análisis de funciones de la ingeniería de valor, es fundamental identificar aquellas funciones que tienen el mayor impacto en el proyecto de construcción. Esto incluye un análisis exhaustivo tanto de los requisitos del proyecto como de las expectativas del cliente, para asegurar que las funciones seleccionadas no solo contribuyan al progreso del proyecto, sino que también generen ahorros sustanciales y optimicen la funcionalidad del proyecto.
Durante esta fase, el equipo puede realizar una evaluación comparativa de las funciones clave y considerar alternativas de diseño o sustitutos aceptables que mantengan la alta calidad y reduzcan los costos operativos. La correcta selección de estas funciones garantiza un enfoque sistemático que maximiza la rentabilidad en proyectos y optimiza el ciclo de vida de los mismos. En este proceso, el equipo de proyecto explora distintas opciones a través de una lluvia de ideas, identificando áreas críticas de mejora y oportunidades para implementar soluciones más eficientes.
Participación interdisciplinaria
La metodología de ingeniería de valor se basa en la colaboración entre diferentes disciplinas, lo que asegura que cada decisión tomada esté respaldada por un enfoque integral. Un equipo interdisciplinario, que incluye ingenieros, arquitectos, diseñadores y especialistas en costos, garantiza que todas las áreas del proyecto de construcción sean consideradas. Esta participación asegura que se aborden no solo los aspectos técnicos, sino también los costos de producción, costos operativos y el mantenimiento a lo largo de la vida del proyecto.
Al trabajar en equipo, los especialistas pueden analizar alternativas que optimicen la funcionalidad del proyecto mientras se minimizan los costos y se mejoran los tiempos de entrega. Además, esta aproximación de equipo permite una mejor comprensión del concepto y fomenta un intercambio de ideas constante, lo que resulta en soluciones más innovadoras y eficientes. La toma de decisiones basada en múltiples perspectivas asegura que las mejoras sustanciales identificadas no solo sean factibles, sino también beneficiosas.
Impacto en la sostenibilidad
La ingeniería de valor juega un papel crucial en la mejora de la sostenibilidad de los proyectos. A través de un análisis sistemático de las funciones, se pueden identificar oportunidades para reducir el consumo de energía, utilizar materias primas más sostenibles o implementar tecnologías que minimicen el impacto ambiental. Este enfoque permite no solo cumplir con las expectativas del cliente, sino también alinearse con las normas internacionales de sostenibilidad.
En la práctica, esto puede incluir la evaluación de opciones de diseño que mejoren la eficiencia energética del edificio o la integración de fuentes de energía renovable que reduzcan los costos de mantenimiento a largo plazo. La ingeniería de valor fomenta un diseño sostenible y rentable, asegurando que las soluciones propuestas contribuyan a un menor impacto ambiental y a un mayor rendimiento del proyecto. El resultado es una mejora significativa en la calidad del proyecto, en términos tanto de su funcionalidad como de su sostenibilidad a lo largo de su ciclo de vida.
En Resumen
La Ingeniería de Valor se trata de desarrollar ideas que generen valor mientras se busca optimizar los costos de manera sistemática. Recuerda, que lo que le distingue es que su objetivo central es la mejora de la funcionalidad del proyecto.
Esta práctica es fundamental para cualquier contratista que se esfuerce por la mejora continua. Es una forma de estar seguro de que estás siendo eficiente en cada paso del ciclo de vida del proyecto. Como resultado, los contratistas, clientes y usuarios estarán seguros de que la instalación construida es su mejor versión posible.
Por esta razón, el proceso IV es parte de nuestro ADN. Estamos comprometidos a entregar proyectos de la más alta calidad a nuestros clientes y socios. Este método se suma a nuestra marca de agua interna: Forward Thinking, un marco que creamos como una guía interna que nos permite cumplir lo que prometemos sobre el presupuesto, el tiempo y la calidad.